Hola de nuevo. Ya sé que he estado una temporada demasiado inactivo por estos lares, y me quiero disculpar por ello. y, aunque no sirva de mucha excusa, también he de decir que últimamente el tiempo es muy efímero y se escapa con facilidad.
Pero a lo que vamos: esta vez quiero meterme más en profundidad con el tema de las traseras para los cuadros, y en concreto con el cartón-pluma, tal y como indico en el título de esta entrada. Y me apetece hacerlo ya que es una parte del cuadro que a mucha gente le parece algo banal, cuando sí debemos darle su importancia.
Detalle vista posterior de un cuadro terminado
El cartón pluma que se utiliza en la enmarcación es básicamente una plancha de poliestireno expandido recubierta por ambas caras con papel. Al cartón-pluma también se le llama Foam que es una marca registrada de cartón-pluma muy conocida en todo el mundo.
Las grandes propiedades de este material son su ligereza, de ahí su nombre de pluma, y su rigidez. Claro que se trata de una rigidez relativa, y que depende de su grosor, pero suficiente para mantener una base lisa para lo que se quiera enmarcar. Y he de resaltar también su función de aislante de la humedad; es decir es la primera protección que tiene el cuadro enmarcado ante la humedad existente en la parte posterior, o sea, en la pared.
Existen varios tipos de cartón-pluma en el mercado (específicos para fotografía, maquetismo, impresión, señalización, laminación, etc), pero aquí sólo trataré acerca de los que empleamos en la enmarcación.
Diferentes grosores de cartón-pluma
También se presenta en diferentes tamaños, desde medidas pequeñas, como un A4 hasta dimensiones muy elevadas, como 200 x 100, 122 x 244, o incluso 140 x 300 cm.
Para diversos tamaños usaremos grosores diferentes. En el mercado existen por lo general tres grosores estándar: 3, 5 y 10 mm. Pero si nos hiciese falta un grosor mayor, lo que haremos es pegar varias planchas entre sí. Así, si necesitásemos un grosor de 15 mm, uniríamos uno de 10 con uno de 5 mm, por ejemplo, si no disponemos de esos grosores, podemos unir 5 cartones de 3 mm, o bien 3 cartones de 5 mm. La rigidez sería la misma.
Bien, y lo más importante es la composición de los papeles que recubren esa capa de poliestireno expandido, que como decía es inerte, exenta de CFC y libre de ácidos. Así, en ambas caras está laminada con papel, asimismo libre de ácido. Este cartón-pluma es muy ligero, rígido, de espuma laminada y superficie lisa, resistente a deformaciones y fácil de cortar. Con un cúter y una regla es suficiente para poder cortarlo.
Para su empleo en trabajos de enmarcación de conservación, existe el cartón-pluma exento de ácidos,
con una superficie de papel en calidad de conservación químicamente purificado y con un pH de 7.5 a 8.5, libre
de elementos que provoquen brillo óptico.
Por último, comentar que también hay en el mercado, y que se utiliza con frecuencia, cartón-pluma adhesivo, otros laminados con papel de diferentes colores, incluso cartón-pluma negro, recubierto con papel también negro mate, y otros recubiertos con papel Kraft, por una cara o ambas caras.
Cartón-pluma: negro, libre de ácidos y adhesivo
Particularmente utilizo tan sólo cartón-pluma recubierto con papel blanco, libre de ácidos y sin adhesivo. Si necesito pegar algo, como un póster, un cartel o incluso fotografía, empleo adhesivos en spray diferentes y cada uno adecuado para su uso específico. (Es más cómodo tener en el taller diferentes sprays que no diferentes cartón-pluma).
En fin, espero que os sirva de orientación y que la próxima vez que enmarquéis algo, tengáis en cuenta la trasera, que no sólo es un soporte o base para la obra, sino una parte fundamental del cuadro y de su conservación.