26/6/11

Cristales, vidrios y vidrios plásticos


Qué cristal elegir

Esta semana el blog lo dedico, como bien habéis visto en el título, al cristal. En primer lugar decir que todas las obras pueden llevar un cristal, pues éste es parte de la protección de la obra, tal y como lo es el marco. Pero bien es cierto que trabajos al óleo o con acrílicos y que estén hechos en tela o lienzo y/o montados sobre bastidor o tabla, generalmente no requieren un cristal, pues, como decía en mi artículo precedente, con el cristal se deja de poder percibir la obra por el sentido del tacto, que también tiene su encanto, e incluso a la vista no es lo mismo ver una pintura al óleo con cristal que sin él. Pero el caso es que para trabajos como acuarelas, pasteles, carboncillos, o similares, el cristal es una parte necesaria e indispensable, puesto que este tipo de trabajos son muy delicados y necesitan una protección, como lo es el cristal.

Bueno, quiero remarcar una cosa antes de continuar, puesto que estoy nombrando el cristal constantemente, pero hoy en día lo que más se utiliza es el vidrio, y también otros materiales sustitutivos del vidrio como los vinilos. Hablaré primero de estos últimos, los vinilos.

En el mundo de la enmarcación, el más utilizado es el arglass, que es un vinilo transparente, que por una cara tiene un acabado mate y por la otra cara es acabado brillo. También se utiliza el arrasol, que es transparente por ambas caras, y tiene el mismo aspecto que el vidrio brillo. Comentar que el brillo del arglass no es el mismo que el del arrasol, pues este último es más nítido. Decir que la gran ventaja de este tipo de materiales, tanto el arglass como el arrasol, es su ligereza. Ambos son de 2 mm de espesor, y al ser vinilos, su peso es inferior al del vidrio. En los posibles accidentes domésticos, al caerse un cuadro que lleve este tipo de material, éste no rompe en pedazos como el vidrio, Puede incluso ni astillarse, pero el vidrio, con un pequeño golpe, se romperá. Ahora bien, no todo son ventajas, puesto que el inconveniente principal de estos materiales es su delicadeza a la hora de limpiarlos. Mientras que el vidrio se puede limpiar perfectamente con un limpiacristales normal y corriente, estos vinilos han de ser limpiados únicamente con un plumero, ya que se rayan con suma facilidad. Hoy en día existen en el mercado múltiples marcas que ofrecen los llamados "atrapa-polvo", que a mi juicio son lo mejor para limpiar estos vinilos.

Destacar que existe en el mercado otro material que se puede utilizar para la enmarcación, como es el metacrilato. éste tiene un precio mucho más elevado que el arglas, aunque sería apto para grandes dimensiones, pues se caracteriza por su rigidez, cosa que el arglass es más maleable, tiende a combarse cuando se utiliza en cuadros con unas dimensiones mayores de un metro, por ejemplo. También lo hay de diferentes grosores, e incluso de diferentes colores, aunque como es lógico, el más utilizado es el transparente. 

En cuanto al vidrio en sí, podemos elegir entre el vidrio brillo o el vidrio mate, o también llamado velglass. Éste da un aspecto mate a la obra y evita el reflejo. El brillo da un reflejo tipo espejo, que uno se ve reflejado en el cuadro. Esto se nota más cuando el fondo de la pintura es en tonos oscuros. La ventaja del brillo es que es más nítido que el mate, pero éste hace dar la impresión de que el cuadro, viéndolo de frente, no lleva vidrio. La diferencia también estriba en el precio, ya que el mate es más caro que el brillo. Generalmente se utilizan vidrios de 2 mm de espesor, pero cuando la obra es muy grande, se utilizan grosores mayores, debido a su fragilidad.

Ejemplo de vidrio mate. Parece que incluso ni lleve cristal.
Mencionar también que hoy en día en el mercado hay un tipo de vidrio brillo sin reflejo; bueno, el reflejo se ha minimizado tratando el vidrio con unos ácidos, que hace que los reflejos se oscurezcan. A la vista no se aprecia tanto el reflejo como en el brillo. La ventaja de este tipo de vidrio es que es nítido como el brillo normal, y no da reflejo, como el mate. La desventaja es su aún elevado precio. Se suele utilizar, sobre todo, en museos.

Ejemplo del cristal brillo antirrreflejos. Vea cómo en el cuadro inferior no se aprecio nigún reflejo.
Para poner un ejemplo del precio, si un vidrio brillo cuesta 10 €, el mate costaría 20 €, pero el antirreflejo valdría 90 €. Sobran los comentarios.

Ahora bien, en algunos montajes no se puede utilizar el mate, ni en vidrio, ni en vinilo, ya que éstos sólo se podrán poner cuando la obra vaya pegada al cristal. O sea, en montajes tipo vitrina, no se puede utilizar el acabado mate, ya que no se vería la obra al ir alejada del cristal.

Ejemplo de vitrina

En estos casos siempre se ha de utilizar el vidrio brillo, con sin reflejos, eso ya depende de la economía de cada cual, o el arrasol. Y hablando del tema económico, el vidrio brillo y el arglass andan sobre el mismo precio. El vidrio mate y el arrasol también andan parejos, y luego sobresale, como decíamos antes, el vidrio antirreflejos.

22/6/11

Pasos a tener en cuenta a la hora de enmarcar mi obra




Al fin me he decidido a tener un blog. Hacía ya tiempo que quería hacerlo, pero nunca encontraba el tema adecuado. Pero últimamente sólo vivo para el trabajo (bueno, quizás sea algo exagerado, ya que hago más cosas), pero mi cabeza sí anda cavilando constantemente en el trabajo. Y como me dedico a la enmarcación con una tienda taller en A Coruña, pues me he decidido a hacer un blog sobre esto mismo, sobre lo que hago a diario, y poder así también ayudar a los no iniciados en el tema, ya que veo que cuando alguien llega a mi tienda, la mayoría de las veces no saben por dónde empezar.


El primer paso que doy, inconscientemente, cuando alguien llega con una obra a mi tienda, es ver de qué se trata, es decir, si es un óleo, una acrílico, una acuarela, una fotografía, etc., y también cuál es el soporte en el que viene, es decir, es una tela, una tabla, un papel, etc., ya que no se enmarca de la misma forma unas cosas que las otras, ya que unas no llevarían cristal, y otras sí lo llevarían.


El segundo paso sería decidir qué marco le podría ir bien. Si le iría bien un estilo clásico, o algo más moderno, o simplemente algo minimalista y muy sencillo. En primer lugar, se ha de tener en cuenta la obra en sí misma, y luego el entorno en el que iría, y evidentemente, los gustos del cliente, ya que para gustos se pintan colores.

Generalmente jugamos con los colores ya existentes en el motivo, o sea los colores predominantes, como los verdes , o azules, o marrones, etc. Pero también está siempre la posibilidad de escoger un color que yo le llamo neutro, que no influya en la obra, como suelen ser el negro, el blanco, el dorado o el plata. Eso sí, hay colores que no van con el oro (generalmente el amarillo no combina bien con el oro), ni otros que no van con la plata. La cuestión es experimentar, eso siempre, y ver cómo quedaría el resultado final. A veces nos sorprenden las combinaciones de colores, y algo que de antemano rechazaría, al final, probando con la muestra del marco y el cuadro, queda fenomenal.


Bien, espero que esta primer pauta os sirva ya para algo, pero prometo seguir al menos una vez a la semana, con este blog. Ya sabéis que para cualquier duda, no tenéis más que dejármela por aquí, e intentaré solventarla.