Voy a dedicar ésta y las siguientes entradas a la enmarcación y conservación de obras pictóricas sobre papel. Antiguamente al enmarcado sólo se le daba un papel de exhibición de la obra y otro papel decorativo, con el cual se realzaba la obra en sí misma; y ambas funciones tenían el valor decisivo del precio.
Pero lentamente esta forma de enmarcar ha ido cambiando, viendo los clientes y enmarcadores la necesidad de añadir el rol de la conservación a la hora de enmarcar; de ahí nace la acepción "Enmarcación de conservación", lo que va siendo cada vez más determinante hasta el punto de que hoy en día es un factor esencial. Los clientes propietarios de obras de prestigio no permiten que éstas sean manipuladas por cualquiera, saben del riesgo que esto supone y exigen otras calidades en productos y materiales.
Para ello el enmarcador debe trabajar en tres áreas muy determinados:
- El montaje y desmontaje de la obra, como su manipulación. La actuación del enmarcador debe garantizar la seguridad e integridad en todo momento de la obra. También facilitar y garantizar, sin riesgo de daños, el desmontaje por otras personas, con independencia de cuándo se proceda a desmontarlo.
- El enmarcado. Nuestro labor tiene como primer objetivo fundamental el de garantizar la buena conservación de la obra; en segundo lugar buscar la estética adecuada y por último el presupuesto. La finalidad esencial es no causar daños a la obra y prever los que se pudiesen producir. Para ello hemos de dotar a la enmarcación los medios idóneos para evitarlos y minimizar el deterioro qeu ya sufren algunas obras debido a su mal estado de conservación y/o a su propia constitución.
- Prevención de accidentes. Dos formas básicas de actuar: una pasiva, dando a nuestros enmarcados medios para reducir los daños en casos de incendio, inundación o impacto; y otra pasiva, asesorando al cliente sobre la forma de colgar la obra para exponerla, su ubicación ideal, y su forma de transporte más segura.
Cada obra es diferente, por ello no hay una forma común de enmarcación de conservación. Pero se pueden aplicar unos métodos basados en el conocimiento técnico y científico de los elementos que intervienen en el enmarcado.
En primer lugar debemos conocer la obra que manipulamos, es decir, su soporte (papel, lienzo, madera, etc.) y su forma de ejecución (pigmentos y pinturas utilizadas, su modo de aplicación; las técnicas de pintura, de grabado, de impresión, etc.) para un mejor tratamiento de la misma. No se conserva igual un acrílico sobre papel que sobre lienzo, ni un óleo sobre madera que sobre papel, por citar unos ejemplos.
En segundo lugar están los materiales y productos a utilizar, su forma de uso y su correcta manipulación.
Y por último los factores ambientales de almacenamiento y exposición de la obra una vez enmarcada, como la humedad, temperatura, luz y polución (generalmente, el polvo).
En posteriores entradas hablaré sobre las diferencias a la hora de enmarcar con criterios de conservación obras sobre papel, pergamino, lienzo, etc.
Detalle de degradación de una acuarela mal conservada
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