13/5/12

Enmarcado de conservación - Parte III

Continuo con esta tema, retomándolo en donde lo dejé en la anterior entrada, y que sigue con:

La contaminación biológica


Esta contaminación es uno de los graves problemas que tienen las obras sobre papel y básicamente se trata de la contaminación producida tanto por el propio ser humano (mediante su incorrecta manipulación e incluso los accidentes en el transporte, manejo, etc.), como por hongos, microbios y/o bacterias. Hablaré en esta entrada de éstos últimos.
Su presencia se ve favorecida por la existencia de nutrientes, como la celulosa y las proteínas, y un microclima propicio para su desarrollo.; suele ser con un alto porcentaje de humedad relativa, sin o con escasa ventilación, poca luz y alto índice de suciedad.
  • Hongos. En caso de contaminación por hongos, suelen aparecer unas manchas de color rosáceo, violeta o incluso negro (aparte de otros colores). También se aprecia por la mayor fragilidad del papel en esa zona.
  • Insectos. Podemos clasificarlos en dos variedades: asiduos y ocasionales. Entre los asiduos están los bibliófagos que se alimentan exclusivamente de papel (celulosa, cola, engrudo, etc.) originando agujeros y surcos (difíciles de ver ya que suelen hacerlos en el reverso de la superficie, sin llegar a perforar el papel). Los ocasionales suele alimentarse generalmente de madera, aunque también pueden nutrirse de papel.
  • Bacterias. Son las típicas manchas color sepia, con formas irregulares y sin núcleo central. Se le llama moteado (foxing en inglés). Se suelen ver en obras de papel, cartones o incluso en telas y lienzos.

Obra de Edward Lear, con moteado

 

Soluciones
Para evitar que estos microorganismos se desarrollen dentro del cuadro, hay que crear unas condiciones ambientales adversas. Se han de utilizar materiales que no retengan humedad, de superficies lisas con poca porosidad y antiestáticas, para así evitar que retengan el polvo. De ahí lo importante también del cerrado del cuadro en su parte posterior y también dejar en el interior algún material que regule la humedad, reteniendo cierta cantidad de ella, y otro que sea capaz de regular la cantidad de oxígeno, para así evitar el desarrollo de estos microorganismos e insectos. Asimismo no hay que olvidar que las obras han de enmarcarse de forma que éstas no entren en contacto con el cristal, para evitar que se formen condensaciones de aqua en el interior y que lleguen a afectar a la obra originando manchas, hongos o se adhiera al papel.

Esto se puede conseguir bien con un enmarcado tipo vitrina, con unos separadores para el vidrio, o bien con un montaje con paspartú (uno, dos, o más).


Detalle del separador para vitrinas



Enmarcado con triple paspartú


Imágenes de:


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